2021, NUEVOS HABITOS Y MINIMALISMO

Más que cualquier otro año, el 2020 ha sido uno que definitivamente recordaremos como humanidad. No quiere decir que todo tenga que ser negativo, creo que este fin de año en especial, viene cargado de esperanza, de introspección, valores y consciencia por el mundo y nuestra propia existencia. Por eso creo que también nuestros propósitos este año son la oportunidad de verdaderamente hacer un cambio positivo y volver el 2021 un año en el que se cumplan y podamos ser mejores personas y más felices. La perspectiva que nos ha dado el 2020 nos ha hecho valorar la vida sencilla, a las personas que nos rodean, lo que hemos construido y a dónde vamos como ningún otro año, porque nos regaló tiempo y, al no poder salir tuvimos que mirar hacia adentro. Así que es buen momento de enfocar nuestros propósitos centrados en nuevos hábitos, en el día a día, en vez de en grandes planes a futuro sino basados en el hoy y el cambio pequeño.

Desde hace tiempo empecé un estilo de vida minimalista con mi familia, y pareciera que sabíamos que nos esperaba un año en el que justo se acomodara ese estilo de vida para poder habitar una casa en orden, con cosas que nos hacen felices y quitando el valor de lo material para centrarlo en las relaciones, en tiempo de calidad, en el instante, en ayudar y en lo esencial para ser felices. Son muchos los beneficios del minimalismo, nuestra vida cambió y nos ha ayudado a «respirar» en espacios libres de acumulaciones, a no ser consumistas, a ser sencillos de espíritu y a disfrutar como nunca de nuestra casa y en el día a día, sin presiones. Nos ha permitido disfrutar de la vida que tenemos y valoramos cada día, y no la que queremos alcanzar. Y por eso quisiera tomar algunas enseñanzas del minimalismo, esperando también les sirva en sus propósitos.

Por supuesto que el número uno es la limpieza, sacar todo lo que está acumulado, sin uso y sobrante. Eso cada año solemos hacerlo muchas personas aunque no seamos minimalistas. Les recomiendo el libro de Mary Kondo La magia del orden. Pero la limpieza en el minimalismo también aplica a relaciones y a espacios mentales. Sobre todo, creo que la perspectiva minimalista no es solamente salir de una vida consumista. Es podernos centrar en el día a día, darnos cuenta que el éxito y la felicidad no están basados en muchos viajes, restaurantes, compras nuevas, dinero… para el minimalismo el secreto de la felicidad está en construir una vida diaria disfrutable. Si lo pensamos, la mayoría vivimos con prisa tratando de alcanzar cierto «estatus» planeando viajes, deseando cosas, pero no disfrutamos el momento. Vivimos el día a día como autómatas, con el despertador, un desayuno rápido, trabajo, escuela, y en la noche cansados, a ver netflix… y así cada día, repitiendo rutinas tediosas. Por eso a veces nuestra vida puede parecer vacía, y peor si la comparamos viendo las redes y lo único que vemos son personas de viaje, disfrutando una comida en un bello restaurant, en un parque o museo, etc. Pero pensemos, eso tampoco es el día a día de nadie, son los momentos extraordinarios los que compartimos en redes, pero nadie, vive una vida así a diario, ni los más famosos o millonarios. Ellos también tienen rutinas aburridas… jajajaja Nuestras expectativas desgraciadamente se vuelve en creer que así de extraordinaria podría ser nuestro día a día, cuando la realidad es que existe la rutina. Pero, nuestra rutina no tiene por qué ser aburrida, no se trata de viajar diario, tampoco en el otro extremo, renunciar a los viajes y planes extraordinarios. Se trata de construir una cotidianidad con cosas que disfrutemos. No podemos volver cada día un día extraordinario, pero sí podemos lograr que nuestro día a día esté lleno de hábitos que nos den felicidad. Desayunar algo nutritivo sin prisas, trabajar en lo que disfrutamos realmente, aunque no nos deje tanto dinero, el tiempo y la vida que nos puede dar lo vale, cuidarnos cada día con algo pequeño como ponernos una crema de noche, 15 minutos de estiramiento, procurar algo que disfrutamos como leer, aprender, en vez de netflix, cenar en familia, disfrutar de un lunes tal como disfrutamos un domingo. Son pequeñas cosas al parecer, pero pueden hacer de la vida, una vida disfrutable llena de pequeños momentos en los que procuramos la verdadera felicidad y que nos llena cada día.

Así que saquemos de inmediato el potencial de nuestra vida para ser felices. Y el cómo es lo más sencillo de todo, empieza hoy con pequeñas cosas, pequeños hábitos que logran grandes cambios. Podemos volver esas cosas «normales» y rutinarias en algo significativo, en vez de hacer cosas cada día que no queremos. Hagamos lo que nos gusta y llenemos el día a día con cosas que tengan sentido. Porque una buena vida es una serie de buenos días diarios. Vivir una vida así, nos permite dejar de enfocarnos y soñar solamente con el futuro, disfrutar del hoy cotidiano y no sólo de los momentos extraordinarios, y no tener la necesidad de escapar de la rutina o la vida diaria, al contrario. Y lo digo por experiencia, mi mayor sueño era seguir viajando, claro que siempre lo disfrutaré, pero ya no vivo tratando de huir del caos de mi casa, la perspectiva ha cambiado. Las cosas que me encantaban de los hoteles como la limpieza y orden, una colcha esponjosa, una tina de agua caliente… al no viajar este año pudimos ahorrar un poco y comprar o construir para nuestra casa, y ahora no veo los hoteles como ese ideal, disfruto con mi cobijita en el camastro, y un baño con vino en la tarde del sábado. Porque ser minimalista no es vivir pobre, es usar el dinero con sentido que aporta a tu vida diaria. Y bueno, espero les sirva mi pensamiento y tengamos nuevos propósitos para el 2021 con hábitos que podemos comenzar a cambiar hoy para ser más felices. La vida es hoy, y hoy la podemos mejorar con un sólo pequeño hábito nuevo.