Es cierto que son tiempos difíciles, las prioridades han cambiado, algunas tenemos hijos en casa tiempo completo, algunas como yo, nos han cancelado todo el trabajo, otras tendrán que ir a trabajar con muchos cambios y dificultades, hay mucha incertidumbre sobre lo que sigue, lo que se nos espera. Tenemos que cuidarnos y aprender de los países que están saliendo de esto, ser responsables y no entrar en pánico. Definitivamente es momento de unirnos y compartir lo bueno, llenarnos de contenidos que valgan la pena y en la medida de lo posible tomar todo esto como una oportunidad para reflexionar y para fortalecer lazos con nuestros seres queridos. Es tiempo de dar sentido a la vida y al amor, que es lo único que tenemos. Una pausa que nos permite detenernos y contemplar nuestra fragilidad, que no tenemos garantías de absolutamente nada, y al mismo tiempo aprender lo fuertes que podemos ser, tener los pies en la tierra y dar tranquilidad y apoyo a nuestro alrededor, es tiempo de estar unidas.
Sé que es difícil que la situación no nos quite el sueño, que no nos baje la moral, pero creo que juntas y pensando positivo podemos en vez de hundirnos, apoyarnos, mantener la calma y sentirnos fuertes. No descuidemos nuestro propio sentir, nuestra propia autoestima, porque cuando nuestra autoestima funciona bien, podemos ser las grandes proveedoras de optimismo del planeta y ese optimismo puede mover montañas. No se trata de confiarse o no cuidarse, al contrario, la autoestima se trata de cuidarse por sobre todo a ti misma y a tus seres queridos, también nos permite ser creativas y encontrar formas de crecimiento personal.

Por supuesto que tenemos muchas cosas de las que preocuparnos, pero al mismo tiempo mucho que agradecer, grandes oportunidades y tiempo para el crecimiento personal. Es tiempo de reflexionar y pensar positivo, replantear nuestra propia existencia, aprender humildad aceptando nuestra fragilidad y darnos un respiro a nosotras y al mundo.
Cada situación es diferente y en un país como México, donde existen tantas personas sin techo y con hambre, debemos ser incluso más solidarias y estar dispuestas a ayudar. Mi intención no es hablar de política o de salud, porque no soy ninguna experta, pero me doy cuenta de que muchas de nosotras somos privilegiadas, simplemente por el hecho de tener la posibilidad de un aislamiento social, no todas las personas pueden darse ese lujo, pero pocas personas nos detenemos a agradecerlo. Juzgar a otros por lo que sucede no nos llevará a ningún lado, en cambio, podemos pensar en lo que sí podemos hacer para mejorar la situación. Yo sé qué puedo ser responsable y quedarme en casa, estar dispuesta a dar apoyo cuando se necesite en la medida de mis posibilidades, trabajar en mí misma, en mi fortaleza interior e invitar a mi familia y amigos a hacer lo mismo. Tratemos de buscar paz en vez de llenarnos de ansiedad, y aunque es un trabajo personal, podemos apoyarnos, ningún país como México para demostrar la solidaridad ante las catástrofes y lo unidos que podemos estar. Hoy a pesar de algunos estar en nuestra casa, no debemos olvidarnos de los menos afortunados.

Es curioso, pero me llama la atención que a muchas personas se les dificulta y sufren estando en casa. Para un mundo consumista y enfocado en el exterior y lo material es inaceptable quedarse en casa. Por eso, el hoy es un gran momento y oportunidad para cambiar el modelo y sistema por uno enfocado en el interior. Es necesario tener un verdadero hogar, una vida y rutina que nos traiga felicidad cada día, para que no tengamos la necesidad de tener que escapar de ella. El aislamiento social nos permite ver con claridad justo la vida que hemos construido, por eso debemos valorar y ser agradecidas por lo que ya tenemos en vez de enfocarnos en lo que queremos. La realidad de una persona es cuando se encuentra solo en su casa, y en contacto con su ser interior, sin las distracciones de las carreras diarias. Es tiempo de darnos cuenta que tal vez el plan perfecto no existe, pero a pesar de que no hay perfección ni garantías de nada en nuestro mundo, podemos apreciar quienes somos y donde estamos en este momento, agradecer y cuidar lo más importante de nuestras vidas, que no tiene que ver con lo material. Estar encerrados en casa puede ser vivido como una oportunidad o como el mismo infierno, todo depende de quienes somos y lo que hemos hecho. Pero sobre todo depende de qué damos valor.
No podemos cambiar el mundo exterior, pero podemos tomar el control de nuestro mundo interior. Crear una vida y rutina feliz e independiente del consumo. Sabemos que esto también pasará y tenemos tiempo hoy de hacer una pausa y respirar. No se trata de olvidarnos de lo que sucede afuera, se trata de tomar el control de nosotras mismas y así poder dar fuerza a nuestra familia y al exterior.

Muchas de ustedes me han compartido en el grupo de facebook lady boudoir, lo que estos días en casa les han traído, algunas como yo están aprendiendo nuevas cosas, otras aprovechando para leer todo eso que estaba pendiente, pasar tiempo con sus hijos, reforzando lazos con personas importantes, siendo más creativas en algún tipo de arte, siguiendo nuevas rutinas de ejercicio, de cuidados en la alimentación y en lo económico, arreglando su casa y espacios, deshaciéndose de lo que nos quita energía, emprendiendo nuevos negocios, etc. Como fotógrafa les propongo tomar la cámara en casa, aunque sea del celular, y tomar el hacer fotos como una terapia para la creatividad, es valioso que podamos documentar y también con tantos sentimientos a flor de piel, podemos inspirarnos en crear imágenes que sirvan como desahogo y para analizar nuestro entorno y a nosotras mismas. Muchas cosas para las que no había tiempo, hoy podemos realizarlas y encaminar el rumbo de nuestra vida con más calma escuchando nuestro interior.
